La idea de Dan Maynes-Aminzade, su creador, es que funcione por medio de 20 cartuchos de esencias combinables, que se comunican con el computador a través de puertos USB. Cuando reciben una orden dejan escurrir líquidos con sabores por la pantalla del equipo, que según el autor no afectarían la visibilidad.El único problema es que el usuario debe lamer la pantalla para saborear. Un ejercicio no muy elegante y poco sabroso al tratarse de computadores compartidos como en el caso de un cibercafé.Quizá por esa misma razón Maynes-Aminzade inventó otro prototipo para estimular las papilas gustativas -aunque el anterior es su favorito- que consiste en un dispensador que expulsa gomitas con sabores, según el impulso que reciba el computador. Sin embargo la combinación es mucho más limitada.
Con mucho tacto
En materia de tacto ya existen varios productos en el mercado que permiten estimular este sentido. Conocidos son los joystick que vibran y hacen sentir los disparos en las manos, al igual que los manubrios para juegos de autos, donde el usuario experimenta las texturas de los distintos tipos de terreno, los saltos y el motor al acelerar.
Hace un tiempo en Estados Unidos se lanzó al mercado una tecnología usada en algunos mouse llamada TouchSense, que permite sentir los objetos que hay dentro de la pantalla. Por ejemplo, al arrastrar una ventana se experimenta resistencia. Este ratón puede simular superficies rígidas, elásticas, rugosas y líquidas, así como también resortes y vibraciones. El más conocido es el Nostromo n300 Game Mouse que tiene un valor de US$45,59 (unos $24.800 chilenos).
Pero el desarrollo del sentido del tacto no sólo se limita a la entretención. Así lo demuestra una investigación del laboratorio de realidad virtual de la Universidad de Buffalo para desarrollar un guante que permitirá ampliar la telemedicina (medicina a distancia).
El prototipo fue creado para realizar palpaciones a nivel de abdomen y compartir la sensación experimentada. De este modo un doctor en Chile podría consultar sobre un diagnóstico a un colega en Estados Unidos, quien al ponerse el guante palpará lo que el chileno está tocando. Los alcances comerciales de este invento permitirían, por ejemplo, a un comprador de ropa por Internet tantear la calidad y textura de la tela.
Veo, veo
La vista y el oído son los sentidos más estimulados en la industria de la computación. Al trabajar, navegar por Internet y jugar la vista es bombardeada por un sinnúmero de imágenes. Hoy en día lo más novedoso es el desarrollo de las iconografías tridimensionales, pero ya no se trata de representaciones planas que simulan -por medio de efectos de luz y sombra- tener tres dimensiones.
Tampoco estamos hablando de los típicos lentes 3D que le dan volumen a la imagen, sino de pantallas en cuyo interior se despliegan figuras similares a las de los hologramas. Se trata de Perspecta Spatial 3d, una pantalla con forma de bola de cristal que cuesta unos US$45.000 (aproximadamente $24.525.000 chilenos) cuya imagen se puede ver en 360 grados.
Finalmente, en cuanto al sentido de la audición la tendencia es a mejorar la calidad y aumentar las sensaciones acústicas percibidas en la realidad, también de manera tridimensional, con sonidos provenientes de diferentes puntos.
¿Y que pasa con el sexto sentido? ¿Será posible un computador capaz de prever el futuro, que experimente Deja Vú y que perciba a los muertos? Tranquilos: resolvamos primero nuestros sentidos más terrenales. |